No pasamos muy buena noche. Los asientos son incómodos y además hay muchas turbulencias que no nos dejan conciliar el sueño del todo.

Después de más de 10 largas horas llegamos a Istambul. Por fin podemos bajar del avión! ya teníamos ganas. Como el otro vuelo no sale hasta las 10:30 (ahora son las 6 de la mañana), vamos a un bar del aeropuerto a desayunar. Este aeropuerto es carísimo! Dos cafés con leche y dos croissants nos cuestan 28 liras turcas, unos 18 euros!

Cuando ya se acerca la hora nos dirigimos hacia la puerta de embarque y subimos al avión. Por lo menos los asientos son más cómodos que el anterior. El vuelo hasta Barcelona dura más de tres horas. El viaje se está acabando ... Hemos pasado 3 semanas maravillosas por Vietnam y Camboya. Ahora solo queda hacer los álbumes de fotos.

Llegamos al Prat.